martes, 4 de agosto de 2009

LA PRUDENCIA
Es tener criterio para pedir consejo, juzgar rectamente y decidir. El prudente puede ver en lo invisible.

La persona prudente es aquella que se mantiene en un punto medio con claridad diáfana y transparente ante las circunstancias de la vida. Es sumamente equilibrada, de razonamiento recto en lo que se debe hacer. Es la prudencia, “la virtud que afecta el entendimiento con relación al obrar”.

El ser prudente conoce los principios morales universales, a la vez que tiene presente una gran objetividad ante las cosas y acontecimientos para sopesar certeramente las consecuencias de los actos humanos. Todo fin pasa por valores y principios que dan sentido ultimo en la construcción del ser humano la existencia.

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